Cuando tu hijo cumpla un año, debes tener en cuenta tres cambios importantes en su dieta:



Cambio nº 1: Aumentar la ingesta de alimentos básicos.

A partir del año de edad, los alimentos básicos y las verduras deben ser las comidas principales de tu hijo. Intenta que tres comidas al día consistan en alimentos básicos y verduras, con un consumo diario de 400-600 ml de leche. El resto del tiempo, céntrate en ofrecerle una variedad de alimentos básicos y verduras para asegurarte de que recibe una nutrición variada.

 

 


 

Cambio nº 2: Añada una pequeña cantidad de sal a la comida de su hijo.

Los padres pueden empezar a añadir una pizca de sal a la comida de su hijo después del primer año. Sin embargo, si su hijo puede comer alimentos sin sal, puede saltarse este paso durante un tiempo. Es importante tener en cuenta que los alimentos naturales ya contienen sodio, por lo que incorporar marisco como ostras, nori y algas puede ser beneficioso para la dieta de tu hijo.

 

 

Cambio nº 3: Fomentar la alimentación independiente.

Es fundamental que los niños aprendan a comer de forma independiente. Permitir que coman solos les ayuda a comprender cuánto necesitan comer en cada comida, evita que coman demasiado o poco y reduce las probabilidades de que sean quisquillosos con la comida. No se preocupe por si su hijo ensucia, ya que los beneficios de comer de forma independiente, como el desarrollo de la motricidad fina y el desarrollo cerebral, compensan con creces el desorden.


Si eres consciente de estos tres cambios importantes en la dieta de tu hijo después de que cumpla un año, podrás asegurarte de que recibe la nutrición adecuada y desarrolla hábitos alimentarios saludables.